JUAN BOSCO Y CESAR FERNANDO

Cesar Fernando Calvillo Silva

Nació el 14 de diciembre de 1953 en la ciudad de Aguascalientes, era estudiante de odontología en la Universidad Autónoma de Aguascalientes de la generación 1974.

Miembro destacado del comité diocesano de la ACJM así como miembro de la Adoración Nocturna.

En uno de sus cuadernos se encontraron las siguientes frases:

” no le pidas a la vida lo que solo la eternidad puede darte”.

“la mejor forma de permanecer de pie ante los hombres es permanecer de rodillas ante Dios”.

“el mundo es de Dios, y sólo lo alquila a los valientes”.

 

Juan Bosco Rosillo Segura

Nació el 18 de diciembre de 1954 en la ciudad de México, D.F, era técnico mecánico, estudiaba los primeros años para ingeniero industrial, en el Instituto Politécnico Nacional, y trabajaba en una compañía de. Tractores.

Miembro activo en el comité central de la ACJM su labor pastoral la desarrollaba en la parroquia de La Presa, “Nuestra Señora del Consuelo”, y era miembro de la Adoración Nocturna

Refiriéndose a una persona que murió por problemas cardiacos en la primera marcha al Cubilete decía:

“qué bonito seria morir a los pies de Cristo Rey”.

Poco antes de ser asesinado, después de visitar la capilla de Cristo Rey expreso que:

“era el día más feliz de su vida”

 

 

 

 

 

 

 

 

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JUAN BOSCO ROSILLO SEGURA, APÓSTOL DE LA ACJM; ASESINADO EN EL CUBILETE.

 

DATOS BIOGRÁFICOS

 

Juan Bosco Ignacio Rosillo Segura nació el 18 de diciembre de 1954 en la Ciudad de México. Sus padres fueron: Manuel Rosillo Pacheco y María del Carmen Segura Obregón, matrimonio que tuvo 11 hijos: Rafael, María del Carmen, Manuel, María del Rosario, María Auxilio Teresa, Juan Bosco Ignacio, Margarita Lucía, Guadalupe Magdalena, Ignacio David, Francisco y Rosa María. Esta familia se caracterizó poque sus integrantes eran católicos practicantes, a lo que contribuyó en gran parte la espiritualidad de la madre.

Juan Bosco realizó estudios de Primaria y Secundaria en la Escuela Cristóbal Colón de La Villa, de Hermanos Lasallistas. Pasó después a la Vocacional 7 del Instituto Politécnico Nacional, donde se recibió como Técnico Automotriz en motores Diésel. Y empezó su Carrera Profesional en Ingeniería Industrial en la UPIICSA del IPN, cursaba el tercer año. Trabajaba también, en Mexicana de Tractores y Maquinaria.

En 1973 ingresó al Comité Diocesano de la Asociación Católica de la Juventud Mexicana (ACJM), de la Ciudad de México, del cual llegó a ser vicepresidente. Ya había formado parte del grupo de Vanguardias de la ACJM en la Parroquia de la Asunción. En 1975, al acabar el período de ese Comité Diocesano, pasó al Comité Nacional de la ACJM.

 

CARACTERÍSTICAS Y VIVENCIAS DE JUAN BOSCO

 

Era de carácter abierto y amigable, muy sencillo en su trato. Con todos sus conocidos y los miembros de la ACJM hizo buenos amigos.

Le gustaba mucho cantar canciones de la Rondalla de Saltillo, en especial la de “Como”. El era de los que les gustaba llevar serenata a las muchachas que quería agradar y lo hacía con sus amigos de la ACJM que llevaban la guitarra y el acompañamiento.

Después de las juntas del Comité Diocesano de la ACJM se iba con todos a comer tacos, pero en forma de competencia para ver quien comía más, él era de los primeros. También acostumbraba a jugar “tochito” con sus compañeros de la ACJM.

En los campamentos que organizaba la ACJM, era muy activo y servicial; en el último campamento al que fue se distinguió porque entraba a todas las tiendas de campaña y comía de lo que le daban. Por cierto, que después que el murió, en el siguiente campamento nos dimos cuenta de que el lugar donde habíamos estado con Juan Bosco estaba lleno de florecitas blancas, algo que no había ocurrido antes, pues siempre íbamos al mismo lugar.

En un concurso de oratoria, poesía y declamación, que organizó la ACJM; él participó declamando “Reír llorando” de Juan de Dios Peza, es decir del payaso Garrik que hacía reír, pero por dentro el lloraba, se emocionó tanto que casi lloraba.

En la Colonia de “La Presa”, una comunidad marginada, iba a visitar y dar pláticas al grupo de ACJM de la Parroquia de ahí. Pero también iba a realizar actividades de apoyo social, llevando ropa, ayudando al Párroco a levantar censos pastorales y a todo aquello en lo que él podía ayudar, y motivaba a sus compañeros a hacer una entrega generosa por los más necesitados.

Una de las frases que repetía con frecuencia, y que mencionó el día de su asesinato en el Cubilete era: “Que padre sería morir a los pies de Cristo Rey”.

 

ACTIVIDADES DEL COMITÉ DIOCESANO DE LA ACJM EN LA CIUDAD DE MÉXICO

 

A continuación, se transcribe el Informe del período 1972-1975 del Comité Diocesano de la ACJM en la Ciudad de México, en que Juan Bosco fue vicepresidente, y que refleja gran parte de su pensamiento y de las actividades que él realizaba junto con todo el equipo de la ACJM.

INFORME DEL PERÍODO 72-75 DE LA ACJM EN EL DISTRITO FEDERAL

“Jóvenes y muchachos que nos escuchan, ustedes especialmente deben comprender el mensaje mesiánico. Deben comprender a Cristo con una intuición especial que podemos llamar <<carismática>>. Es vuestro don, vuestra sabiduría ¡Comprender a Cristo!” (Papa Paulo VI, 6 de abril de 1974)

Ha sido en esta homilía cuando más hemos comprendido la misión de la ACJM. En su mística, no podemos concebirla sin ese espíritu de lucha y exigencia, que siempre la ha caracterizado, de inconformidad con un mundo apacible y apático ante las más graves injusticias humanas. Comprendemos a Cristo en su mensaje de amor, porque es don de la juventud. Y, en la etapa de los momentos más difíciles y decisivos, ponemos la generosidad y desinterés que son parte nuestra, para abrir los ojos y expresar nuestros nobles pensamientos, aunque éstos no siempre se quieran conducirlos por el camino estrecho y angosto, pero seguro, de la vida cristiana.

Es la vida de gracia auténtica y sincera la esencia del acejotaemero, para lo cual es necesario ese espíritu combativo del que hablábamos, ya que: “es la hora de las almas que han comprendido que ser cristiano es una fortuna, pero también un gran peso, peligro y deber…Es preciso trabajar hoy, porque mañana sería tarde” (Papa Paulo VI, 1º de septiembre de 1963).

La actividad de este período ha sido de cimentación, de poner las bases necesarias para llevar a cabo un Apostolado organizado contando con disponibilidad de militantes. Se empezó a trabajar con los grupos existentes que estaban presentes en la Asamblea de la Acción Católica anterior, eran seis en total.

El primer paso a dar era tener una comunicación constante entre estos grupos para analizar la situación y emprender nuevamente el camino; el Comité Nacional de ACJM se hallaba en crisis y no era posible esperar algo de ellos, ya que habían confundido la misión de la ACJM. Esto era en 1972, en cuya segunda mitad del año se empezó a visitar otros grupos que se suponía que existían y así fue, para fines de año eran el doble de grupos. Y no es que nos llame la atención el número, nunca ha sido el trabajo masivo el fundamento de la Acción Católica, para eso existen otros apostolados de preevangelización que también son muy necesarios. Eran pocos militantes y lo somos todavía, pero lo que importa es multiplicar esos pequeños grupos.

Con estos criterios, en 1973, ya con un Comité bien formado, se empezó a llevar un plan que consistía básicamente en mantener la comunicación entre todos los grupos y prestar los servicios necesarios en cada Parroquia. Éstos fueron diversos: pláticas semanales, Semanas de Juventud, Ejercicios Espirituales, campamentos; Además de las actividades diocesanas como Concursos de oratoria, poesía y declamación; retiros para presidentes y las fichas de formación y circulares mensuales.

Para entonces se habían formado 10 grupos nuevos, la ayuda de los Sacerdotes fue decisiva, sobre todo a nivel parroquial ya que en el Diocesano no se tuvo Asistencia Eclesiástica. Para 1974 se contaba con 12 personas en el Comité Diocesano, y se designaron 5 como encargados de Gerencias para visitar continuamente los grupos parroquiales. Ya entonces se habían definido los grupos que comprendían su misión de Acción Católica y no de un simple club juvenil, pues la Acción Católica no es para discutirse con respecto a su actualidad y eficacia sino para llevarla a cabo de acuerdo con sus fundamentos tradicionales y a los lineamientos de renovación del Concilio Vaticano II; viendo el Decreto del Apostolado de los Seglares a la luz de la Constitución sobre la Iglesia “Lumen Gentium” y no al revés.

Se pudo ya elaborar una Revista bimensual y se colaboró con la Liga Misional de Estudiantes en una Misión; alrededor de 20 grupos juveniles parroquiales que no eran de ACJM solicitaron diversos servicios como pláticas, ejercicios cuaresmales y Semanas de Juventud, lo cual fue atendido. Lo más importante de este último año han sido las reuniones mensuales de presidentes parroquiales, en base a lo cual se cuenta con 15 grupos activos y 5 en formación.

Sobre aspectos económicos se contó con lo necesario, gracias a la colaboración de los grupos parroquiales, por medio de donativos y campañas llevadas a cabo por miembros del Comité Diocesano. Se colaboró también en las campañas de la Junta Diocesana y se dio la aportación relativa a Téseras.

Damos gracias a Dios por habernos puesto en esta responsabilidad, que en mucho ha servido para nuestra formación. La ayuda llegó de varias partes y la agradecemos sinceramente. Hay gran camino que recorrer y una base firme para andar; si no salió todo lo mejor que se quería hay que recordar que la ACJM la formamos todos los que creemos en su ideal y lo expresamos públicamente. ADELANTE ACEJOTAEMEROS.

 

“POR DIOS Y POR LA PATRIA”

Fernando García Mata            Presidente

Juan Bosco Rosillo Segura          Vicepresidente

Enrique Zenil Nogueira            Secretario

CÉSAR FERNANDO CALVILLO SILVA. APÓSTOL DE LA ACJM. ASESINADO EN EL CUBILETE.

 

DATOS BIOGRÁFICOS

César Fernando Calvillo Silva nació el 14 de diciembre de 1953 en la ciudad de Aguascalientes. Sus padres fueron: Antonio Calvillo Macías y María Elena Silva Correa. Sus hermanos fueron: Juan Antonio, Miguel Ángel, José Manuel, María Elena, María del Socorro y Adolfo. Su familia era católica, muy religiosa y con gran armonía en el hogar.

Sus estudios de Primaria, Secundaria y Preparatoria los realizó en el Colegio Portugal. Había iniciado sus estudios en la carrera de Médico Odontólogo en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, cursaba el 3er. Semestre. Destacó en sus colegios por ser muy buen estudiante. Recibió cartas de felicitación por el Rector de la Universidad.

Perteneció a los cordíjeros y en 1973 ingresó a la ACJM en la Parroquia del Señor del Encino. Salía a otras partes de la Región, para realizar su apostolado y promoviendo revistas católicas, como lo hizo en Celaya. Hacía gala de buen orador. Era miembro también de la adoración nocturna.

Fue miembro del Comité Diocesano de la ACJM en la Ciudad de Aguascalientes donde era encargado de la Comisión de Evangelización. Participó de manera entusiasta en la primera marcha juvenil a Cristo Rey en 1974; y en la segunda marcha en 1975, fue uno de los responsables de la organización a nivel regional por parte de la ACJM.

Junto a otros compañeros fundó el grupo juvenil “Soldados de Cristo Rey” cuando él tenía 20 años. También participó en la Rama juvenil de la Unión Nacional de Padres de Familia, dando pláticas a padres de familia. Los sábados en su casa daba capacitación a jóvenes sobre Sagrada Escritura, Doctrina de Santo Tomás de Aquino y fidelidad al Papa; y los domingos les daba capacitación física.

 

CARACTERÍSTICAS Y VIVENCIAS DE CÉSAR FERNANDO.

Reía mucho y siempre estaba lleno de alegría. Comentaba que no le gustaría otra cosa sino entregar su vida por Cristo Rey. Su tema favorito era el martirio, del cual había redactado un escrito en 1974. Era admirador del beato Anacleto González Flores y leyó su libro: “El plebiscito de los mártires”. Sus conocidos afirman que era un líder natural y daba testimonio permanente de su Fe.

Decía y escribía en sus libretas y libros: “para mí la vida es Cristo y la muerte una ganancia” frase de San Pablo. Decía: “me fascinaría ser mártir de Cristo Rey”. Escribió también: “mi vida en la Tierra es mucha, más vale estar de rodillas ante Dios, para estar de pie ante los hombres”, “el mundo es de Dios y lo alquila a los valientes”, “no pidas a la vida lo que sólo la eternidad puede darte”.

 

 

Boletines y Revista

Narración

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