Presentación
Desde la creación del mundo por Dios, existen fuerzas malignas, obstáculos, dificultades, tropiezos, problemas, etc., que la humanidad se topa para volver al Creador. Algo pasa camino al cielo, algo se interpone para ir al Padre e ir al cielo. Por ejemplo, imperios, gobernantes y personas en distintas épocas y geografías quisieron terminar con el cristianismo, con sus templos, la devoción, culto y piedad popular hacia la manifestación libre y voluntaria de la gente hacia su religión.
En México, así lo probaron los mártires de la guerra cristera (1926-1929) o las violentas y de destrucción del gobernador de Tabasco Tomás Garrido Canabal por acabar todo vestigio del catolicismo en ese lugar, entre otros muchos ejemplos. El tiempo, la razón, el contexto histórico/social y sobre todo, la fe en Dios y la fidelidad de miles de gentes que se han mantenido firmes a la hora de las tribulaciones y luchas, han permitido que hasta nuestros días haya disminuido las persecuciones hacia la religión católica y de gozar de una relativa paz social. Sin embargo, algo pasó camino al cielo en dos jóvenes de la ACJM de México, que fueron asesinados el 22 de noviembre de 1975 por fuerzas, grupos y personas desconocidas.
El grupo histórico/cultural “Plumis de auris”, les presenta a continuación una serie de textos en forma de cuentos e historias de recreaciones, romanticismos, ficciones, etc. de hechos y realidades sobre lo qué pasó camino a Cristo Rey de la Paz, en algunos encuentros entre Cristo Rey y los jóvenes en la vida cotidiana y en la montaña de Cristo Rey de la Paz, ya que, por aquel hermoso paraje a los pies de Cristo Rey de la Paz, fueron asesinados dos miembros jóvenes de la ACJM: César Fernando Calvillo Silva y Juan Bosco Ignacio Rosillo Segura. El título de esta serie de cuentos e historias breves, nace a partir de la canción escrita por el cantautor inglés titulada “Algo pasó camino al cielo” (1989), de ahí que, cualquier coincidencia con alguna vida real, con nuestra vida, de una persona conocida y que aparecen en estos textos, es mera casualidad.
Efectivamente, “Algo pasó camino al cielo aquel 22 de noviembre de 1975, los caminos y tiempos del Señor no son los mismos que de los hombre, por ello, Dios hae milagros, es decir, otorgó su gracia a César fernanado Calvillo Silva y Juan Bosco Ignacio Rosillo Segura para que fueran testigos de Diso en la tierra. Algo pasó camino al cielo… para que la humanidad y la juventud de México siguiera dejando huella en la Montaña de Cristo Rey de la Paz. Asi como dejaron huella, nos toca a nosotros preservar su memoria en las presentes y futuras generaciones
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